Renaciendo

La lucha contra el enemigo invisible nos tumbó, pero no definitivamente

El último de los trabajos que presentaré como representativo, aún no es seguro que lo vaya a ser. Al menos es representativo de mi momento presente. Esta pequeña escultura en la que he trabajado y sigo haciéndolo en éste tiempo de confinamiento y de acercamiento a “la nueva realidad “, supone el último escalón en este repaso, el escalón que pisamos ahora.

Las artes plásticas son un modo, como otros tantos de comunicación con los demás, un auténtico lenguaje. De esa necesidad de transmitir a los otros pensamientos y sentimientos surgidos en este momento surge esta escultura. La situación actual, nueva e inesperada, nos causó gran perplejidad. Traerá consigo cambios, en algunos casos, solo provisionales y en otros definitivos.

Una situación de semejante envergadura propiciaba tiempo para la reflexión. Después de ella, convenía materializar esos pensamientos en una pequeña escultura a modo de maqueta, que es el único tamaño razonable para resolver en casa. En este tiempo, algunas cosas se incorporaron a nuestras vidas. Pusimos a prueba nuestra capacidad para sobrellevar situaciones adversas y aprendimos también expresiones nuevas como “la nueva realidad “.

La escultura trata de captar esa nueva realidad en su origen. El momento inicial del nuevo tiempo comienza en el instante en el que tenemos la decisión y la fortaleza para ponernos de nuevo en pie, tras la dura batalla. La lucha contra el enemigo invisible nos tumbó, pero no definitivamente.

El título pensado RENACIENDO no es definitivo, pero si es representativo de la idea que pretendo transmitir. Renacer es nacer de nuevo, después de una muerte real o aparente y la escultura lo muestra en presente. Esta vuelta a la vida no la protagoniza un Dios que se nos presenta triunfante después de vencer a la muerte. Este es un renacer a escala humana, conseguido mediante el saber , el conocimiento científico y la cultura. La figura se muestra empequeñecida en un fondo muy amplio, tan empequeñecidos como nos hemos sentido mientras sufríamos nuestra particular Torre de Babel.

Ese fondo se presenta como una superficie agrietada, inhóspita y desoladora, clara expresión de la crudeza de la lucha. Ese terreno será sobre el que deberemos comenzar a reconstruir nuestra historia, sobre el que tendremos que RENACER. La escultura también quiere representar un homenaje para todos esos héroes ánimos que emergieron de forma inesperada y que lucharon contra el virus en beneficio de todos. Esos héroes ánimos quedan representados en el rostro de Hipócrates, como figura paradigmática de la medicina moderna. Finalmente, la cruz viene a suponer el nexo de unión con la Resurrección Divina. El símbolo de la Redención y ahora también en mi escultura, el recuerdo emocionado para los que perdieron en su particular batalla contra el virus.

renaciendo

Ese terreno será sobre el que tendremos que renacer

Un renacer a escala humana

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