Sepulcro

Cofradía de la Santísima Resurrección de Zamora

En el año 1998 recibí el encargo para la realización del nuevo sepulcro y del suelo de la mesa del Resucitado por parte de la cofradía de la Santísima Resurrección de Zamora. Suelo y sepulcro compondrían el nuevo escenario en el que debía desfilar la imagen del Resucitado, de Ramón Álvarez, figura clave en la Semana Santa zamorana.

El proceso de trabajo fue cumplimentando casi todas las etapas que son lógicas en este tipo de proyectos.

-ESTUDIO: la primera etapa del proceso debe ser siempre la búsqueda de información, con el consiguiente estudio sobre la temática en la que vas a involucrarte.

-IDEA: una vez recopilada la información y con un conocimiento más profundo del tema, conviene ir planteando aunque sea de una manera muy básica la idea sobre la que construirás todo el proyecto. En este caso mis pretensiones eran realizar un sepulcro “pobre”, como seña de identidad propia de la tierra.

Se planteaba a modo y manera de las cortinas sayaguesas, realizadas en su origen por la necesidad de proteger a los rebaños. La concepción austera venía a subrayar uno de los rasgos fundamentales de nuestra Semana Santa.

– BOCETOS: esas ideas iniciales conviene plasmarlas en pequeños dibujos apenas abocetados para presentar a los responsables de la Cofradía. Es fundamental cerciorarte de que estás en sintonía con lo que ellos esperan, de manera que tus avances acaben siendo fructíferos.

-MAQUETA: con las dibujos sobre el papel como base, realicé una maqueta de escayola a escala 1:5 en la que ya pudimos valorar su aspecto en el volumen e incluso un primer acercamiento a la policromía. 

-TALLA Y POLICROMÍA: con la maqueta como referencia, quedaba la preparación de la madera y posterior talla de las piedras que en conjunto formaron el sepulcro. Del mismo modo, la preparación y talla con radial de la losa, que se dispone apoyada sobre uno de los laterales. Sobre el sepulcro la imagen del Resucitado que se muestra como vencedor sobre la muerte.

La policromía fue finalmente “rebajada” con una veladura de grises para unificarlo con el suelo empedrado, también recién realizado.

MATERIALES: para la ejecución del suelo, losa y sepulcro utilicé madera de cedro real. Su elección fue sencilla pues resulta ideal para este tipo de trabajos, en los que es necesario que la madera aporte poco peso, permita un buen nivel de acabado en la talla y tenga el poro suficientemente abierto para facilitar una buena absorción de las imprimaciones. Para el acabado polícromo se utilizaron colores al óleo diluidos con aceite.

Nuevo escenario para la imagen del Resucitado

a partir de madera de cedro real

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